La autora realiza un análisis de las políticas y prácticas vigentes en materia de Evaluación Educativa.
Sostiene que si bien hubo avances positivos en políticas educativas en nuestro continente, no ha ocurrido lo mismo en cuanto a la evaluación escolar, que vincula con concepciones tecnocráticas, empresariales y mercantiles.
Relativiza, o más bien cuestiona, la concepción de los estándares universalmente aplicables en que se sustentan las evaluaciones internacionales (Pisa, ONE, etc.), a las que directamente califica – negativamente – como “métodos neoliberales”.
Presenta como modalidad alternativa de concebir la evaluación escolar, la generación de procesos democráticos de construcción colectiva de conocimiento, donde “el evaluado” es también capaz de construir conocimiento, o sea, de aprender.
Trata también temáticas referidas a la evaluación del desempeño docente y a la autoevaluación institucional, así como a la evaluación del desempeño (del aprendizaje) de los estudiantes.
No se trata sólo de un texto crítico, sino a la vez propositivo.
Comprende los siguientes seis capítulos:
I. La evaluación y la calidad educativa.
II. Evaluación del desempeño profesional docente.
III. La autoevaluación institucional. Democratizar la gestión escolar para mejorar la calidad.
IV. Desarrollo de una experiencia de autoevaluación.
V. La evaluación del desempeño de los estudiantes.
VI. La evaluación. Un instrumento, un proceso y una práctica política.
Editorial: Colección Conjunciones, Editorial NOVEDUC. Buenos Aires